
La compra de SIEBEL es un ejemplo concreto: ORACLE necesitaba posicionarse en el creciente mercado de CRM (Software para el manejo de relaciones con el cliente) y decidió hacerlo tomando el control del líder en esta materia.
El tiempo es otra de las variables por las que se suele justificar una adquisición: las alianzas no se sellan en días o semanas.
Ahora bien, ¿cuándo recurrir a una alianza? Puede haber más de una necesidad que haga imperativo evaluar una estrategia de alianzas o adquisiciones.

Desafortunadamente la mayor parte de las empresas no tiene un marco de referencia a la hora de decidir. Sus fuentes de información y decisión son abogados o asesores contables. Ellos no tienen el conocimiento del negocio o la visión de la industria. Y tampoco poseen experiencia en alianzas. De hecho, sus fortalezas son otras. Los abogados conocen los términos legales para discutir una adquisición y los contadores realizan un excelente trabajo en la valuación de una firma. Y como ambos conocen muy bien este modelo, es el que recomiendan.
Déjenme decirles que la alianza también es un recurso cuando es necesario sumar capacidades y el control no es un factor determinante del negocio.

¿Podemos cerrar esas brechas?
¿Se superan si compramos otra empresa? En caso afirmativo ¿Disponemos del capital para hacerlo? Y si no lo tenemos ¿Es conveniente financiar la adquisición de otra compañía?
¿Qué tal si buscamos una alianza con otra compañía de la que obtengamos las capacidades que no tenemos y a la que le entreguemos las capacidades que ellos no poseen?

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