El destino humano no es algo que esté escrito de antemano. Cada persona trabaja su propia felicidad en el día a día. Es importante que seamos partícipes de la oportunidad que cada amanecer nos ofrece.

El arte más importante que puede practicar un ser humano es el de aprender a vivir cada día un poco mejor. Quizá no se trate de una tarea sencilla pero merece la pena intentarlo y perseverar en el objetivo pese a los obstáculos y los temores que pueden surgir en determinados momentos del camino. La felicidad está dentro de ti; no la busques fuera.