Mostrando entradas con la etiqueta Autoestima. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Autoestima. Mostrar todas las entradas

Valorando La Vida

ImageShack, free image hosting, free video hosting, image hosting, video hosting, photo image hosting site, video hosting siteStephen Hawking, quien proviene de una familia inglesa de Oxford sin mayores recursos económicos, está paralizado de pies a cabeza por una enfermedad degenerativa que desde hace treinta años ha ido acabando poco a poco su movilidad.
Sin posibilidades de hablar porque una traqueotomía le dañó las cuerdas vocales, está condenado irremediblemente a que lo bañen, lo alimenten y lo vistan.
A pesar de esto, Hawking no se resignó a vivir como un inválido. Se recuperó de una profunda depresión y decidió estudiar física. No solamente se doctoró, sino que dejó una huella profunda en la ciencia.
Por encima de todo, cuando fue descubierta la causa del deterioro de su salud, este hombre no sólo estaba condenado a ser parapléjico, sino que le fueron diagnosticados tres meses de vida, los cuales superó con determinación y espíritu de lucha, para convertirse en la columna vertebral de la física cuántica, y de paso en el científico viviente más reconocido.
A pesar de que únicamente puede mover los ojos y escasamente los dedos de una de sus manos, ha escrito varios libros. Sus publicaciones han vendido millones de copias alrededor del mundo.
Actualmente tiene 60 años, es profesor, está casado y viaja por el mundo dictando conferencias. Vive sentado en una silla de ruedas, a la cual le ha sido integrado un procesador de palabras con 2600 expresiones programadas, de las cuales él escoge una presionando levemente un botón. Paulatinamente va formando las frases, que luego pueden transformarse en habla por medio de un sintetizador.
De esta dificultosa manera Hawking se comunica y escribe sus libros.
Lo maravilloso es que rodeado de estas circustancias ni siquiera ha perdido el sentido del humor.
Stephen Hawking no se descalificó a sí mismo por lo que no tenía y se enfocó en creer que su fuerza y su capacidad de actuar eran los elementos de los que él dependía. En vez de sentirse como una víctima y autocompadecerse, decidió que su voluntad y su poder eran mayores que las circunstancias, por adversas e insuperables que éstas parecieran.
Compartelo

¿Depresión o tristeza?

¿Qué enfermedad tan sombría es aquella que nos hace desconectarnos del mundo, nos saca el placer de vivir y nos lleva a sentir que nada tiene sentido? Ni la familia o los amigos pueden reconfortar a quien está en esa situación, y mucho menos las invitaciones a salir a comer afuera, a ir al cine o hacer un viaje corto. El malestar no se resuelve con ninguna distracción.

No se puede dormir plácidamente, el futuro deja de importarles, la rabia les invade a ratos y las personas que les aman empiezan a alejarse desconcertadas con tales conductas. Incluso, de cierta forma, hay quienes en medio del sufrimiento sienten envidia al ver que las personas a su alrededor pueden salir adelante con sus vidas, con sus tareas y sus distracciones, mientras ellos no saben lidiar con las rutinas más elementales.
Algo dentro de la persona se rompe, y ésta padece una imposibilidad de percibir, de reencontrar algo fundamental que le dé sentido a los días actuales y a aquellos que ya pasaron.
Algunas veces es posible identificar cuándo fue que todo comenzó: a veces es porque la persona perdió a alguien muy querido. O porque se da cuenta de que está envejeciendo, y percibe que su vigor y salud no son los de años atrás. Ese tipo de transiciones traen nostalgia de momentos que nunca volverán, y esa constatación es impactante.
Sin embargo, no todos los dolores psíquicos tienen un origen fácil de identificar. Por ejemplo, un niño puede cargar de por vida con un sentimiento de abandono, y puede ser imposible determinar cuál fue la falla o negligencia de los padres que le ocasionó el trauma. A veces los hijos de una misma familia, criados de la misma forma, tienen percepciones totalmente opuestas en relación a la relación con sus padres durante sus primeros años.
Esos niños, al crecer, pueden presentar retrasos en el lenguaje, o en sus capacidades para adaptarse a lo que sucede en el entorno, o de entender lo que les sucede a nivel anímico. Allí es que las palabras de los demás empiezan a sonarles vacías, el deseo desaparece, y el desempeño en los estudios, el trabajo, la vida social o las tareas domésticas empieza a verse afectado.
Ninguno de los síntomas anteriores revela una simple tristeza, sino algo muchísimo más complejo. Cuando quienes siempre cuidaban su apariencia empiezan a mostrar un aspecto desaliñado en público, y se muestran con la misma ropa en situaciones que exigen mayores cuidados; o cuando sus expresiones visuales o verbales se ven afectadas, el problema es serio. Recordar, expresarse, desear y proyectar parecen tareas imposibles. Y que la persona recupere esas capacidades es posible, siempre que se haga con la ayuda adecuada de un profesional.
Para enfrentar la depresión, el terapeuta y el paciente construyen un espacio de relación donde el inconsciente sale a flote, exponiendo la forma en que la persona construye sus ideas y creencias, sus miedos, sus angustias; el objetivo del profesional debe ser que la conciencia del paciente pueda dialogar con sus deseos y respetarlos. La transformación no será fácil, pero sí un proceso existencial. El resultado, sin embargo, siempre valdrá la pena.

Las aptitudes y Capacidades

VEA LAS APTITUDES, CAPACIDADES Y PUNTOS DE VISTA DE OTRA PERSONA. Tal vez creamos conocer nuestras aptitudes; y, sin embargo, es posible que también nosotros estemos ciegos. Ilustrémoslo con el ejemplo de una maestra que necesitaba que le arreglaran la vista. Era miope y présbita al mismo tiempo, porque no podía ver ni las aptitudes presentes ni las futuras de sus alumnos y tampoco sus puntos de vista.

Todo el mundo -tanto los grandes hombres como los menos grandes- tiene que tener un punto de par- tida. Las personas no nacen brillantes y con éxito. En realidad, algunos de nuestros más grandes hombres fueron considerados bastante estúpidos en algún período de su vida. Sólo cuando adquirieron una Actitud Mental Positiva y aprendieron a comprender sus aptitudes, fijándose objetivos concretos, empezaron a as- cender hacia el éxito. Pero hubo un joven en particular a quien sus profesores consideraban «un zopenco estúpido y necio».
El joven se sentaba y dibujaba figuras en su cartapacio. Miraba a su alrededor y escuchaba a todo el mundo. Hacía «preguntas imposibles», pero se negaba a revelar lo que sabía, incluso bajo la amenaza de un castigo. Los niños le llamaban «zoquete» y él se sentaba generalmente al fondo de la clase.
Aquel niño era Thomas Alva Edison. Se sentirá usted inspirado cuando lea la historia de la vida de este hombre. Asistió a la escuela primaria durante un período total de menos de tres meses. La maestra y sus compañeros de escuela le decían que era un estúpido. Y, sin embargo, se convirtió en un hombre instruido cuando un incidente le indujo a cambiar su talismán de la cara de la AMN a la de la AMP. Se convirtió en una persona dotada y en un gran inventor.
¿Cuál fue el incidente? ¿Qué ocurrió en la vida de Edison para que éste cambiara totalmente de actitud? Le dijo a su madre que había oído que la maestra le decía al inspector de la escuela que él era «tonto» y que no merecería la pena llevarle por más tiempo a la escuela. Su madre se dirigió con él a la escuela y gritó con toda su furia que su hijo Thomas Alva Edison tenia más talento que la maestra y el inspector.
Edison decía que su madre había sido el paladín más entusiasta que jamás hubiera podido tener un muchacho. Y, a partir de aquel día, se convirtió en un niño distinto. «Ejerció sobre mí una influencia que ha perdurado a lo largo de toda mi vida -dijo-. Jamás podré perder los beneficiosos efectos de sus enseñanzas iniciales. Mi madre fue siempre cariñosa, siempre comprensiva y jamás me interpretó o me juzgó erróneamente.» La fe de su madre le indujo a verse a sí mismo bajo una luz totalmente distinta. Le indujo a cambiar su talismán por la cara de la AMP y a adoptar una Actitud Mental Positiva en relación con los estudios y el aprendizaje. Esta actitud enseñó a Edison a ver las cosas con un más profundo discernimiento mental y le permitió comprender y desarrollar inventos beneficiosos para la humanidad. Tal vez la maestra no lo vio porque no estaba genuinamente interesada en ayudar al muchacho. Su madre sí lo estaba.
La gente muestra tendencia a ver lo que quiere ver.
Oír no presupone necesariamente atención o aplicación. El hecho de escuchar presupone siempre ambas cosas. A lo largo de La actitud mental positiva: un camino hacia el éxito, le instamos a que escuche el mensaje. Ello quiere decir: ver de qué manera puede usted relacionar con su propia vida el principio contenido en la siguiente experiencia:
El doctor Roy Plunkett, químico de la DuPont, llevó a cabo un experimento y fracasó. Al abrir el tubo de ensayo una vez finalizado el experimento, observó que éste no contenía aparentemente nada. Sintió cu- riosidad y se preguntó: «¿Por qué?». No tiró el tubo tal como otros hubieran podido hacer en circunstancias parecidas. En su lugar, lo pesó. Y, para su asombro, pesaba más que un tubo de análoga factura y seño. Una vez más, el doctor Plunkett se preguntó: ¿Por qué?».
Mientras buscaba la respuesta a sus preguntas, descubrió aquel maravilloso plástico transparente llamado tetrafluoruroetileno, comúnmente conocido como “Ron”. Durante la guerra de Corea, el Gobierno de los Estados Unidos firmó un contrato con la DuPont a cambio de toda su producción.
Cuando haya algo que no entienda pregúntese: ¿Por qué? Examínelo más de cerca. Es posible que haga un gran descubrimiento.
Artículos relacionados Compartelo

Quererse a Uno Mismo.

Quererse a uno mismo.

El destino humano no es algo que esté escrito de antemano. Cada persona trabaja su propia felicidad en el día a día. Es importante que seamos partícipes de la oportunidad que cada amanecer nos ofrece.
nuevo día de vida es un regalo y un privilegio que merece la pena disfrutar y agradecer observando y valorando todo aquello que alguien posee: familia, amigos, un hogar, salud, un trabajo… La rutina diaria hace que perdamos la perspectiva de aquel niño que se sorprende de la realidad cotidiana, por tanto, debemos cambiar la perspectiva y aprender a mirar las cosas con una nueva mirada. Ante la novedad siempre surge la sorpresa y la admiración.


El arte más importante que puede practicar un ser humano es el de aprender a vivir cada día un poco mejor. Quizá no se trate de una tarea sencilla pero merece la pena intentarlo y perseverar en el objetivo pese a los obstáculos y los temores que pueden surgir en determinados momentos del camino. La felicidad está dentro de ti; no la busques fuera.

La Autoestima la Ansiedad el Aburrimiento y el Placer

La autoestima, la ansiedad, el aburrimiento y el placer 
En algunas ocasiones, la autoestima se resiente en un momento de dificultad. Por esta razón, la persona se muestra más insegura ante el entorno, del mismo modo, también puede descuidar más de lo habitual su aspecto. En la misma línea, algunas veces las personas muestran su estado anímico en la forma de vestir a través de los colores: el negro, el azul marino y los tonos oscuros (aunque se trata de una idea más bien cultural). Por otra parte, el rojo, el verde, el blanco o los colores vivos transmiten alegría.
También existen personas que experimentan grandes cambios físicos en situaciones de estrés. Existen dos opciones contrarias: la tendencia a engordar o a adelgazar.


La ansiedad


Uno de los síntomas más claros de un grado de tristeza agudo es la ansiedad que llegado el momento puede llegar a requerir de tratamiento médico especializado (aunque no siempre es necesario).
Sin embargo, el paciente que experimenta ansiedad convive con un doble problema: la ansiedad y el miedo a la propia ansiedad. Motivado por tal miedo, muchos enfermos tienden a huir y evitan aquellas situaciones o lugares en los que se desencadenó la primera reacción de este tipo. Así se crea un círculo vicioso que resulta peligroso y del que conviene salir lo antes posible afrontando la rutina cotidiana. Si una persona cede ante la propia ansiedad no está colaborando a mitigarla sino a aumentarla ya que en ese instante el paciente es dominado por su emoción. Por tanto, la ansiedad es uno de los posibles síntomas de tristeza y de estrés que puede experimentar una persona.
Pese al sufrimiento que genera la ansiedad no se trata de ninguna enfermedad física que afecte al corazón como parece a primera vista en la vivencia de un ataque de pánico en el que el sujeto experimenta la sensación de que va a morir y acude al médico motivado por tal certeza. La ansiedad es un ejemplo claro de la conexión tan estrecha que existe entre cuerpo y mente y qué consecuencias puede producir para el organismo el hecho de que una emoción se somatice durante un tiempo prolongado.
A diferencia de otras emociones en la que la persona puede determinar cuál es la causa de dicha emoción, en la ansiedad el sujeto no puede concretar y detallar qué le hace sentirse así. La ansiedad envuelve al propio paciente como si se tratase de una burbuja por la que es arrastrado y dominado. Es una emoción que tiene una causa global y produce impotencia en aquel que la padece en tanto que se siente incapaz de controlarla.


El aburrimiento.
El avance de la técnica ha favorecido que el hombre disponga de más tiempo libre. Así surge el fenómeno del aburrimiento, actualmente, el ser humano cuenta con tiempo libre que no sabe para qué utilizar exactamente. El aburrimiento genera un sentimiento de apatía propio de la tristeza. En cambio, la actividad y la vocación produce la motivación y satisfacción propia de la alegría. Aprovechar el tiempo en algo productivo produce bienestar interior por esta razón los expertos recomiendan utilizar los tiempos de ocio en actividades sociales que ayuden a reforzar los lazos amistosos y que favorezcan la posibilidad de hacer nuevos amigos. El ser humano vive con una emoción continuada de falta de tiempo, sin embargo, este hecho no es real en tanto que el tiempo no es una realidad que esté en manos del ser humano, simplemente, es una emoción que produce una limitación anímica. Se puede aprender a superar dicha limitación mediante la gestión y la planificación eficaz no del tiempo sino en el tiempo


El placer.


Toda tristeza se alivia a través del placer, por tanto, aquella persona que se encuentra en un momento de dificultad debe encontrar momentos para disfrutar de aquellas actividades que le gusten y rodearse de aquellas personas que le hacen sentir bien. Por tanto, el placer es terapéutico porque proporciona sensaciones y emociones agradables que se diferencian de la pesadez y la negatividad que provoca en el ánimo el dolor físico o la tristeza.
El placer proviene de los sentidos, aunque principalmente proviene del sentido del tacto que persigue aquel bien que es agradable y evita de manera instintiva todo dolor. A nivel anímico también existe una emoción equiparable al placer: el gozo. Cualquier gozo cuando es intenso expulsa de manera inevitable toda tristeza contraria que se dé en el interior del hombre ya que es una emoción perfecta que orienta a la felicidad.
Por esta razón, es fundamental disfrutar del tiempo de ocio y desarrollar la creatividad de manera que cada quien potencie y refuerce sus habilidades personales. Continuando en la misma línea, sería ideal que una persona pudiese desarrollar su verdadera vocación en el ámbito del trabajo realizando una labor acorde a sus preferencias y aptitudes intelectuales, sin embargo, si por cualquier motivo alguien se ve en la situación de tener que trabajar en algo que no le agrada siempre puede buscar otros espacios en los que sentirse bien y desarrollado plenamente. 

Artículos relacionados Compartelo

La Ira y La Desesperación

La ira y la desesperación
Pese a lo que a veces pueda pensarse la ira es una reacción natural en el ser humano que se produce cuando alguien se siente herido injustamente. Esa herida produce una emoción de tristeza que es precisamente la que provoca el deseo de venganza propio del iracundo. La herida interna que se padece injustamente desde el punto de vista del afectado provoca el deseo de hacer justicia y devolver ese daño a aquel que lo causó. Por tanto, la ira está constituida por dos elementos: la tristeza y el deseo de venganza.
En definitiva, la ira debe tomarse como una reacción natural y como tal debe expresarse. Es muy difícil solucionar un conflicto en un momento de ira por esta razón es bueno hablar de la situación con una persona ajena al problema que sabemos que nos escuchará y nos comprenderá por ser imparcial y neutral al acontecimiento que desencadenó la emoción. Una vez que la emoción haya pasado entonces también debemos hablar del tema de forma asertiva con la persona afectada directamente exponiendo la situación de tal forma que el otro pueda empalizar con nosotros para comprender nuestro punto de vista. Es decir, debemos explicar cómo nos sentimos sin juzgar al otro ya que el otro, en tanto que diferente a mí, entra dentro del ámbito de los desconocido e inseguro. El ámbito del yo sí que responde a la certeza ya que el otro no puede contradecirte cuando expliques que te sientes de determinada manera. Esa es la única forma de cerrar el tema de manera definitiva y no dejar heridas mal curadas que volverán a brotar en cualquier momento en caso de no sanarlas de la forma adecuada. El perdón es la manera más eficaz de restaurar el equilibrio en una relación que está herida por un conflicto. Es necesario saber perdonar aunque eso no suponga olvidar ya que el recuerdo es inherente al propio funcionamiento del cerebro. Además, el recuerdo es el fundamento del aprendizaje.
Desde el punto de vista ético, la ira no es mala ya que es una emoción que surge de forma natural, sin embargo, si puede ser moralmente criticable aquella acción que racionalmente realice el hombre en un momento de ira. Por esta razón, es conveniente esperar a que pase la emoción para pensar con claridad y serenidad ya que aunque la ira lleve en sí misma el deseo de vengar el mal padecido eso no significa que la propia ira justifique llevar a cabo la venganza puesto que todo hombre debe obrar bien y evitar el mal a través del ejercicio de la virtud que es propia de su racionalidad. La ira como toda emoción se mitiga con el tiempo, por esta razón, aunque al principio su fuerza es muy fuerte disminuye con el tiempo. Algo que no debe olvidar nadie en un momento de ira para comprender el propio funcionamiento de la emoción.


La desesperación.
Cuando la tristeza se da en un grado muy elevado y durante un tiempo prolongado entonces, en muchas ocasiones, surge la desesperación cuyo caso extremo es el suicidio. La desesperanza provoca un sentimiento de pérdida, infelicidad, desolación absoluta y vacío interior. Es una emoción difícil de sobrellevar día tras día ya que la desesperanza, como bien dice la palabra, supone la pérdida de esperanza, es decir, aquel que está sufriendo ha perdido la confianza en el futuro por lo que también ha perdido el sentido de su propia existencia en tanto que tiene la sensación de caminar hacia ninguna parte.


Es conveniente hacer frente a la emoción de la tristeza en el momento adecuado y no esperar a que surja la desesperación. Por ello, el ser humano debe escuchar sus propias emociones ya que toda emoción tiene una razón de ser y, por tanto, aporta una información valiosa respecto a la propia felicidad personal. En definitiva, las emociones son una herramienta muy eficaz que el hombre tiene que escuchar para conocerse a sí mismo de forma adecuada. El sentido de la vida reside en que cada quien sea el protagonista de una existencia realmente auténtica. Un trauma, por ejemplo, muestra un conflicto emocional no resuelto que se ha dilatado a lo largo del tiempo. Por esta razón, todo hombre debe atender a su mundo emocional ya que aunque a veces podemos acallar determinada emoción mediante el trabajo u otro tipo de acciones, en realidad, tal actitud sólo supone un alivio momentáneo ya que tarde o temprano la emoción brotará con más fuerza al ser reprimida.


Cualquier persona puede ayudar en la medida de lo posible a otra, sin embargo, la realidad es que la mayor ayuda es la que puede aportarse uno a sí mismo hasta el punto que nadie puede superar un momento de tristeza y dificultad si no toma conciencia de que debe poner de su parte para salir de esa situación negativa. El verdadero deseo de cambio y crecimiento interior surge de dentro a través de la fuerza que cada quien tiene en sí mismo y que se traduce en el afán de superación personal. 
Artículos relacionados Compartelo
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Motivación Humana

Plantas que Curan

Negocios por Internet